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¿PRESUPUESTOS EN JUEGO? CINISMO CON SABOR A PIÑA Y TENSIÓN ENTRE LOPEZ OBRADOR Y EL PODER JUDICIAL

¿Puede el poder judicial garantizar la justicia si sus recursos son cuestionados? El enfrentamiento continúa entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el poder judicial de México. La última contienda se desató debido al presupuesto requerido por los jueces para el próximo año. La presidenta de la Suprema Corte de Justicia, Norma Piña, solicitó 84.792 millones de pesos a la Cámara de Diputados, defendiendo la importancia de recursos suficientes para el funcionamiento del sistema judicial. Sin embargo, López Obrador, conocido por su enfoque austero en el gasto público, considera que esta cifra es excesiva y ha reavivado sus críticas al poder judicial.

El 80% del presupuesto se destinaría a sueldos de jueces y personal operativo, mientras que el 18% sería para gastos corrientes y el 2% restante para inversiones físicas. Aunque esta solicitud representa un aumento del 4% en comparación con el presupuesto actual, algunos cuestionan si este aumento es necesario y adecuado.

Piña ha defendido que el correcto funcionamiento del sistema judicial depende de recursos suficientes y ha advertido contra la "asfixia presupuestal". Sin embargo, López Obrador ha criticado la petición presupuestal, calificándola de cínica y reafirmando su descontento con el poder judicial.

Este enfrentamiento plantea preguntas importantes: ¿es posible garantizar la independencia y la eficiencia del poder judicial si sus recursos son objeto de disputa política? ¿Cuál es el equilibrio adecuado entre los recursos necesarios y la responsabilidad fiscal? ¿Cómo se puede asegurar la imparcialidad y el acceso a la justicia en medio de esta controversia?

Mientras el pulso entre el poder ejecutivo y el judicial continúa, la atención se centra en si se logrará un compromiso que permita la operación efectiva del sistema judicial sin comprometer su integridad y función en la sociedad.

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GUILLE de Joaquín Salvador Lavado "Quino"

Guille es uno de los personajes principales de la tira cómica de Mafalda, y el hermano menor de Mafalda.

Concepto y creación
Según Quino, Guille fue creado en uno de tantos momentos en los que sintió que tocaba fondo con la tira, o en palabras de Rodolfo Braceli, "la desazón del vacío total".

Quino tenía la mente totalmente en blanco, y después de horas de bloqueo decidió que Mafalda iba a tener un hermanito. Al poco tiempo el diario donde publicaba la tira cerró (el diario El Mundo, en 1966), y según testimonio de Quino, pudo evitarse el internamiento de la mamá de Mafalda y los pormenores del parto. [1] Guille aparece ya como bebé en el semanario Siete Días Ilustrados; previamente, Quino realizó una serie de dibujos para "presentar" a Mafalda y a sus amigos en dicha publicación; dichos dibujos asemejaban viejas fotografías familiares en las que Guille era el protagonista.

Apariencia
Guille es un niño pequeño, con el cabello ralo y un poco largo, peinado hacia atrás. Viste una playera que le queda algo corta, pues muestra su ombligo, pantalones cortos y zapatos negros.

Es el único personaje que crece a lo largo de la tira mientras los otros permanecen iguales; en sus primeras apariciones se lo muestra como un bebé en su cuna, más tarde, se le aprecia en la etapa en la que aprende a caminar, y cuando habla con ciertas deficiencias propias de los infantes y es "adicto" al chupete; en sus últimas apariciones, ya habla de manera normal, como los demás personajes.

Personalidad
Guille es un niño travieso que gusta de pintar en la pared y comer tierra de las macetas (Mafalda lo define como un gourmet, por como "prepara" la tierra para que tenga mejor sabor).

Ha pasado por una etapa un tanto edípica en la que se ha sentido celoso de su papá cuando este besa a Raquel, su mamá; así mismo, tiene una especie de enamoramiento con Brigitte Bardot, y en alguna tira se da a entender que ve en su mamá la viva imagen de dicha modelo y actriz.

Parece ser una especie de rebelde que se refiere a sus padres como "los viejos", y a veces suele tener fricciones con Mafalda; sin embargo, les tiene mucho afecto.

A diferencia de Mafalda, Guille adora la sopa.